Entradas

Mostrando las entradas de mayo, 2023

PRUEBA DE SONIDO

Imagen
    prueba de sonido                              Lucía Folino                                           DEDICATORIA           “…Para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar suelo argentino, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia…”             Índice   5 - Dedicatoria 7 - Tú me dabas tanto 10 - Elongaciones 13 - Prueba de sonido 15 - Venite conmigo 17 - Ciclo 18 - Las sandías de mi desesperanzado país 22 - Finales 25 - Y no amanece 27 - Reprimendas insidiosas 29 - Plazo 30 - O misivas 35 - If 37 - Anive...

El último poema

  El último poema   Este será mi último poema. El último. No el más reciente, el que acabo de escribir esta mañana. El último y definitivo poema de despedida.   Chau letras alineadas en renglones. Chau, vida paralela, callado bálsamo poético soñado entre paredes y hoscos ciclos urbanos de la calle.   Arrivederci, teclas de remate. C´est fini. Good bye.   Cuando los sabios te dan la espalda, los necios te desprecian, y los poetas consagrados te admiten en sus círculos porque necesitan lectores entusiastas pero piensan que tu obra es inservible, la ignoran, la rechazan, la pasan por encima, emulando un paisaje de fotograma ajado, es hora de despertar del sueño lírico y tenaz.   Dejar el verso para quien lo reclame como una pertenencia ineludible. Lo riegue y lo cultive. Lo lama y lo venere.   Hora de irse a vivir en nuevos subterfugios que oculten nuestro odioso pesimismo. Olvid...

Canciones, mariposas y enciclopedias

  Canciones, mariposas y enciclopedias                                                                                        A LGM   Cuando digo canción , digo la noche que me perturba siempre que estoy triste de grave realidad.   Habita en soledades contingentes un mundo en que mezquinos y malvados no piensan compartir la provecta canasta de avaricia ni el goce insobornable de sus ensoñaciones.   Los impulsos gregarios de la raza no fingen el descuadre: La existencia confunde melodías y rimas. La nostalgia es u...

Hasta la médula

  Hasta la médula   Las paredes se extinguen como nubes de paso, el aire nos asfixia, la religión se oculta bajo pieles de tigre, el terror es un barco del camino distante y mis manos se esfuman al toque de tus manos. Solo un pinchazo basta para herirnos el alma de antiguas militancias. No hay doctorado que explique nuestra muerte, no hay versos ni canciones cuando el rojo te oprime con suspicaces lágrimas y monta un numerito en rieles extraviados. - ¿Qué hay detrás del infierno?, me preguntas. Yo no sé qué decirte. Tus ojos son de fuego, me mata tu mirada, me hundes entre las llamas hasta iluminarme de oscuridades en el triste escenario que la marginación provee y torna a los héroes en faquires y títeres. Los amores maduran con votos de pobreza. Cuerpo y carne mi padre me escolta hacia la sombra. La imagen me estremece y la noche prosigue con destino al banquillo de un litigio perfecto de sentencia fallida.     ...

Dios está en todas partes, pero hay que ayudarlo

  Dios está en todas partes, pero hay que ayudarlo   No soy la única víctima de perversos mercenarios. Tampoco fui la primera. Juro que voy a conseguir Justicia a la criolla, como se hace con la mafia: A pura guapeza. Sin tribunales ni cartas documento. Voy a molestar a sus familias, a sus vecinos, a los Jueces de las Cortes, al guanaco de la esquina, al periodismo encubridor, a los gatos que andan maullando detrás de mi ventana, al ejército completo del Subcomandante Marcos, del Gauchito Gil y de difuntas Correas, fabricados oportunamente para beneplácito de tiranos absolutistas, usurpadores de la tierra de los pobres, por los sabios del protocolo, con objeto de calmar la ira de los pueblos brindando una falsa esperanza, vestida toscamente como santo de fajina. Me enfrentaré a jugadores de pelota y millonarios, -cruz y raya- a toreros del ruedo y a argentinitos cómplices que andan pululando por el país y el mundo, con cara...

Vallejiana

    Vallejiana   Un ciego que ha perdido el autobús se queja del calor en pleno invierno de su traje azul furioso; incandescente se reúne con sordos contra una fidelísima posada secular y no acierta el camino del pájaro espasmódico.   Si lo ves preguntarse hacia qué punto se dirigen las ratas de la ciencia, paupérrima de ideas florecientes, te olvidas de su nombre y el amor no está aquí para converger su fisura vacante de estadísticas.   Quizá, si desnudara la condición de fuerza virgen de su serpiente interna y perfumada con huellas subvertidas en el vino su angustiosa materia, su hedionda tentativa de visión inconsolable sería un individuo hecho de carne y mirada eficaz. Y de tanto feliz significado fuera tal vez, un hombre. Tal vez, santo.   ¿Dónde irá a parar el orden de la cifra que apenas contemplamos? ¿En qué recinto gris de lo salvaje radica la ganancia su promesa? ¿Habrá un turbio di...

El arte existe porque hay otros

  El arte existe porque hay otros   ¿De qué color son tus estrellas? Todo está escrito, todo está dicho. ¡El arte existe porque hay otros!   Nos gusta revolear los márgenes y encontramos goce en escribir verdaderos adefesios experimentales. Somos provocadores natos.   Movilizar los corazones. Demandar a los demonios. Pronunciar las palabras que paladean la locura, la histeria, la metástasis, es la fuerza del espíritu diabólico dominado.   La vida es demasiado corta para guardar silencio.

Criptografía

  Criptografía     a Rosita Marcuzzi     “Ver en el secreto” Evangelio según San Mateo. “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado ni escondido que no haya de salir a luz”. Evangelio según San Marcos.   No vayas a contar tus confesiones si esperas compasión del mundo rancio; se enferman los espíritus en pugna que ansían las volátiles euritmias.   El cosmos nos devuelve su desprecio si ocupas con quebrantos las elipses orbitales,   rabiosas como el fuego que empodera la magia encadenada.   Buscando acertarás con el milagro, el tesoro escondido de este cuento: Que el silencio se precie de ser sabio y el altivo se precie de ser bueno.   En el día se opacan las estrellas gestadas por la luz de los secretos.              

Presumidos

    Presumidos     Desgarramiento del cuerpo, memoria de la sangre que engulle la arrogancia. Desierta oscuridad domesticada. Abierta angustia que dibuja manos. Labios templados por la cocaína.   Desentierra la fe de catedrales un tropel de dicterios y alabanzas. Un puñado de audaces pisa el freno.   Voy por tu sexo brusco masticando las letras paralelas absortas en el juego del espejo, envuelta con palabras entre tules, perdiendo la insolencia. Presumen las auroras del ritmo acostumbrado al roce de los hielos.   En cambio, yo presumo la boreal incertidumbre del miedo de perderte.                

Leda y el cisne

    Leda y el cisne   Pareja viene de par y no de reja pareja incandescente, no enjaulada, pareja viene de las rocas diluidas por la lava volcánica hecha trizas. El cisne es un poeta haciendo trampas, pues no dice que es Zeus en su panoplia, su altivo cuello, su plumaje armado, la lengua de su pico persistente que acorrala y abisma nuestra sangre. Y Leda es tanta Leda perforada por deseos del haba de Afrodita, que en pasiones crispadas morir puede. Sus despojos, sus hálitos en pugna, coleccionan un gris resumidero, recio estupro, tal vez, una ignorancia, una pena inaudita. ¡Qué entrepaño es aquel que nos demora en la unión con impar bípedo implume! Arrebatos de présbitas serpientes destituyen la fe con sus pezuñas.                          

Ni lerdos ni perezosos

    Ni lerdos ni perezosos   Ni lerdos ni perezosos toman la iniciativa audaz. Las personas del suburbio desconocen que hay reglas para todo. La jactancia es acorde con su edad por nacer fuertes. Pulsan timbres equivocados y chiflan de manera subrepticia cuando alguien los descubre enjugando un despecho humedecido con los ojos cuajados del acíbar. Se tiran desde el nimbo y saltan hacia el ampuloso trecho en la nave pintada por Del Bosco cuando exprimen la bilis en el alma. Lo que nunca nadie les ha dicho fue que el capitán de aquella nave de los locos conduciría al ciego apocalipsis por el simple pecado venial de ser bribones sin licencia, cuando intentan amar a una mujer en coto de caza ajena. Los huérfanos heroicos con desgana rematan sus collares de degüello tirando su honra extática a los perros pulguientos de la calle.              

Pleitesía

  Pleitesía   Crece la consternación por los ataques a Bélgica/ a Israel/ a Yemen/ a Ucrania/ los Sin Fe se adjudican el horror de los crímenes del metro y el aeropuerto, los balnearios y hebdomadarios: deben ser extremadamente asesinos o muy tontos.   Sobre todo, deben ser ateístas de cabo a rabo. Imbéciles por involución social.   Ni hay razas superiores ni hay pueblos elegidos ni hay plazo que no se cumpla ni hay ley que no los condene.     Dejen de rendir pleitesía al maldito dinero que los enceguece y atrofia sus cerebros de mosquito. No habrá reverencias ni sumisiones para nadie.   Yo soy Dios y ordeno que cese la violencia .                        

Cansancio

  Cansancio   Intenso es ese amor que mira por tus ojos, penetrante la voz de vendedor de tienda. Tus pisadas son huellas del sol en cautiverio.   A ciegas, mi cansancio de amarnos se descubre en la trova que oxigena el paisaje.   Mi soledad es lenta y es rotunda pero camina,   aún camina, con un cadáver bajo el brazo.

Tres cuernos

  Tres cuernos     Un unicornio con tres cuernos cruzó por mi ventana hacia el abismo.   Cabizbajo preguntaba quién podrá remover el estigma de una testa violada.   Como un vaticinio la luna lo observaba. y sollozaba.

Cuatro haikus o Un haikai

  Cuatro haikus o -Un haikai-       1. Me ha herido un pétalo, tu amor se hizo rasguño. La noche cuela.     2. Barco pirata, la rueca de un molino en la cabeza.       3. Azúcar negro, el invierno en mi pecho riela que riela.     4. Norte horizonte, el cielo nos alcanza en dulce espera.          

Tan cierta, tan real...

  Tan cierta, tan real…   Tan cierta, tan real, tan bien forjada la tristura que envuelve con su velo.   Un fraternal abrazo en la ciudad mordaza, como esa alquimia vieja que revela su falta de promesa, en la ampollada potencia universal que el alma atisba.   Degeneran las cosas si se llevan a un punto sin rigor en el debate. Los márgenes torcidos representan los mudos escarceos del amante. No querer ser abeja ni abejorro. No querer ser malvón ni ser caléndula. Solo estar a tu lado en la mirada. Demasiadas palabras nos asisten y el peso del tirano nos acecha.   Rezar es vulnerar todo silencio; llorar es alcanzar las evidencias. -Si hay celos no hay herrumbre-, me dijiste. -La acción es terca y pobre- te decía.   La parte superior se contonea con músculos que roen el deporte de andar muriendo en cada negra boca cuando uno busca razones con qué justificarse.   En la m...

La leyenda de Zelda

  La leyenda de Zelda   A Shigeru Mishamoto.     En un cofre dorado del tamaño de un cuis, desbordado de sustantivos y reminiscencias me encerré por dentro con la sombra en brazos y la tristeza apoyada sobre mis espaldas.   Cuando me hallé en el desván, tiempo más tarde, abierta, raída, frágil, lejana a la parafernalia y la devoción por fantasmas en el bosque con los cuatro nombres de Mujercitas en Wonderland, no quedaba de aquel baúl más que un recuerdo, un agujero sin árbol, un reflejo roto, una llave abandonada en cenizas, intactas, externas, mentirosas.   El Agitador del Viento deshizo el acertijo bautismal y ningún Link, el Guerrero apareció para salvarme.          

Desnuda en el bosque

  Desnuda en el bosque   En el medio del bosque o de la vida, desviste su pudor, su humana condición alborozada. Un ojo la exacerba en retaguardia, molestia ocasional en la honda tierra, y su esencia astral ve convertida por ensayo y error del oculista, en carnes, pechos, brazos y cabellos, que descubren su simple solidez de mito, de bañista infatuada. Luego lucirá, por añadidura, soberbia y elocuente.   Un ruido no es un ruido si no hay quien lo soporte.   La música no es música si no hay quien se deleite y la disfrute.   La belleza no existe si no está en la mirada.              

Jinetes maltrechos

  Jinetes maltrechos   Enredada en su lecho de algas, cubierta por el mar como en naufragio, va descubriendo melodías de la vida. Oye sonar tras las rejas de sus horas el tacón en la escalera y los adioses. Jinetes maltrechos cabalgan desde el absurdo, se enquistan en formas de broches, igual que trofeos pegados a las extrañas solapas de las chaquetas de los vagabundos. Lecciones morales que huelen a riesgo, estipendios perdidos en las aguas ocres, mareas infecundas de pechos tullidos, corazones turbios sin luz de los pobretes. Países de ensueño por el vano mundo conquistan embarazos, que vuelven a rodar las canchas de los infelices. Dolores de antaño, sensaciones rotas y un trágico y mudo hedor del destino.                

La rosa de Dalí

  La rosa de Dalí   Ella veía el mundo a través de sus ojos. Fumaba un cigarrillo. Gimoteaba la herida. Despertaba entre sueños rescatando improperios y miserias. Patinaba entre pisos de escayola y espanto impermeable a las horas del terror presagiado por su ausencia infinita.   El día de los Santos anunció la partida. Perdióse en la ebriedad de soledades de infiernos estentóreos, a tientas de sus hombros en la jaula vacía. El páramo es botella, cristal de negra hechura, especular rebudio de un jabalí que se ha ido. Desvaneciendo el día en felicidades huecas se cierne en la fatiga del lagrimal reseco. La pena prematura desemboza y jadea en un lecho de mosto, en un gesto de sombras por la aciaga leyenda.   El pecho se detuvo: La rosa yace yerma. El vientre de un amor sin sumario agoniza en el cielo de sangrienta mandíbula, en la eterna escalera.          

Aves de primavera

  Aves de primavera   Nunca vi una uralita. No distingo un zorzal de una calandria. Se nos ha metido septiembre por la ventana ansioso de retoños y de lírica como amarga estampilla despreciable. Dicen que hubo palomas en la plaza tan gordas y tan odiosas que era mejor perderlas que encontrarlas. Mejor si decimos torcazas. Las reconozco por deserción y por lujuria, por sus dentaduras de oro, y ser extrañas formas de caminos de dios. Para palomitas, las de maíz, husmeando coreadas revoluciones fílmicas. Para versos, el eco sibilino de su nombre de pila, su abrazo manifiesto de perro del hortelano el retintín en la garganta, la fresca resonancia desde lejos, las letras que no trazaré sobre este papelucho satinado que configuré sobre el monitor de mi computadora fiel como una estaca para el náufrago, y arrancaré del pecho, cuando termine esta elegía y oprima el No guardar en la memoria.         ...

San Andrés do Cabo do Mondo

  San Andrés do Cabo do Mondo   A mi abuelo Andrés, nacido en Cosenza, que lleva el nombre del Apóstol que pidió a Dios un lugar en el mundo para ser recordado.   "A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo." Refrán popular gallego.       Quien quisiera expulsar el odio fétido, velozmente, por su rancia visión del fiero animal que lo circunda, cual aluvión del árido y banal tumor enmohecido, prehistórico, que cerca con diez y un mandamientos la noche religiosa del diluvio, deberá dejar su lado esencial en un ciempiés de ovillos, con su elección carnal decapitada. Es natural presagiar variedad de libertades, y, no obstante, hay un nivel de portento en los temblores que en la fiesta de San Andrés escrutan sus juergas olímpicas aguardando el 13 de diciembre de Lucía, Santa de Siracusa, por testigo. Las piedras hablarán durante el Juicio Final de los finales anteriores. Inmolado el Verbo en...