Desnuda en el bosque

 

Desnuda en el bosque

 

En el medio del bosque

o de la vida,

desviste su pudor,

su humana condición

alborozada.

Un ojo

la exacerba en retaguardia,

molestia ocasional en la honda tierra,

y su esencia astral ve convertida

por ensayo y error del oculista,

en carnes,

pechos,

brazos y cabellos,

que descubren su simple solidez

de mito,

de bañista infatuada.

Luego lucirá, por añadidura,

soberbia y elocuente.

 

Un ruido no es un ruido

si no hay quien lo soporte.

 

La música no es música

si no hay quien se deleite y la disfrute.

 

La belleza no existe

si no está en la mirada.

 

 

 

 

 

 

 

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