Hasta la médula

 

Hasta la médula

 

Las paredes se extinguen como nubes de paso,

el aire nos asfixia, la religión se oculta

bajo pieles de tigre,

el terror es un barco del camino distante

y mis manos se esfuman al toque de tus manos.

Solo un pinchazo basta

para herirnos el alma de antiguas militancias.

No hay doctorado que explique nuestra muerte,

no hay versos ni canciones cuando el rojo te oprime

con suspicaces lágrimas

y monta un numerito en rieles extraviados.

- ¿Qué hay detrás del infierno?, me preguntas.

Yo no sé qué decirte.

Tus ojos son de fuego, me mata tu mirada,

me hundes entre las llamas

hasta iluminarme de oscuridades

en el triste escenario que la marginación provee

y torna a los héroes en faquires y títeres.

Los amores maduran con votos de pobreza.

Cuerpo y carne mi padre

me escolta hacia la sombra.

La imagen me estremece y la noche prosigue

con destino al banquillo

de un litigio perfecto de sentencia fallida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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