Leda y el cisne

 

 

Leda y el cisne

 

Pareja viene de par y no de reja

pareja incandescente, no enjaulada,

pareja viene de las rocas diluidas

por la lava volcánica hecha trizas.

El cisne es un poeta haciendo trampas,

pues no dice que es Zeus en su panoplia,

su altivo cuello, su plumaje armado,

la lengua de su pico persistente

que acorrala y abisma nuestra sangre.

Y Leda es tanta Leda perforada

por deseos del haba de Afrodita,

que en pasiones crispadas morir puede.

Sus despojos, sus hálitos en pugna,

coleccionan un gris resumidero,

recio estupro, tal vez, una ignorancia,

una pena inaudita.

¡Qué entrepaño es aquel que nos demora

en la unión con impar bípedo implume!

Arrebatos de présbitas serpientes

destituyen la fe con sus pezuñas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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