San Andrés do Cabo do Mondo

 

San Andrés do Cabo do Mondo

 

A mi abuelo Andrés, nacido en Cosenza, que lleva el nombre del Apóstol que pidió a Dios un lugar en el mundo para ser recordado.

  "A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo." Refrán popular gallego.

 

 

 

Quien quisiera expulsar el odio fétido,

velozmente,

por su rancia visión del fiero animal que lo circunda,

cual aluvión del árido y banal

tumor enmohecido,

prehistórico,

que cerca con diez y un mandamientos

la noche religiosa del diluvio,

deberá dejar su lado esencial

en un ciempiés de ovillos,

con su elección carnal decapitada.

Es natural

presagiar variedad de libertades,

y, no obstante, hay

un nivel de portento en los temblores

que en la fiesta de San Andrés escrutan

sus juergas olímpicas aguardando

el 13 de diciembre de Lucía,

Santa de Siracusa, por testigo.

Las piedras hablarán durante el Juicio Final

de los finales anteriores.

Inmolado el Verbo en Patrás,

tierra de Grecia, accedo a una sospecha:

¿Sucumben al infierno donde irán de muertos,

quienes no peregrinen con sus velas

de abolición del rango imperialista,

manchado de violencias engañosas

y estafas laudatorias?

Humedad del Cantar de los Cantares:

Los limoneros sutiles, darán jugo

en las cuatro estaciones del Abismo,

de plural rebelión con Cruz de Malta.

Mirador que no cumpla su promesa,

reencarnará algún día como un sapo,

una culebra celta, un bicharraco

o una lagartija escamada en el bronce.

Es decir, su adopción a la ponzoña.

Pescador de joyería de plata.

Delta de un Nilo truhanesco.

Estatuas con vestigios de reinos del pasado.

Magna Alejandría:

La oscura esclavitud que liberaste

fue bote en el naufragio de mi fauna.

Biblioteca del Faro inmaterial.

Las diosas del Museo, que su funesta

derrota inmensurable han percibido,

hoy viven lagrimeando por los blasones quedos

del árbol de la Fe y de la Sabiduría.

 

Las tinieblas están pobladas de escombros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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