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PRUEBA DE SONIDO

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    prueba de sonido                              Lucía Folino                                           DEDICATORIA           “…Para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar suelo argentino, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia…”             Índice   5 - Dedicatoria 7 - Tú me dabas tanto 10 - Elongaciones 13 - Prueba de sonido 15 - Venite conmigo 17 - Ciclo 18 - Las sandías de mi desesperanzado país 22 - Finales 25 - Y no amanece 27 - Reprimendas insidiosas 29 - Plazo 30 - O misivas 35 - If 37 - Aniversario 39 – Limpia, pule y da esplendor 43 - El viaje del amor o el chocolate 46 - Religiones 49 - Versos póstumos 52 - Mucilaginosa 56 - De igual a igual 58 - Misericordia pido 60 - Los treinta y seis piadosos (lamed vav tzadikim) 62 - Los sicarios 63 - El malentendido 66 - Aerolíneas

El último poema

  El último poema   Este será mi último poema. El último. No el más reciente, el que acabo de escribir esta mañana. El último y definitivo poema de despedida.   Chau letras alineadas en renglones. Chau, vida paralela, callado bálsamo poético soñado entre paredes y hoscos ciclos urbanos de la calle.   Arrivederci, teclas de remate. C´est fini. Good bye.   Cuando los sabios te dan la espalda, los necios te desprecian, y los poetas consagrados te admiten en sus círculos porque necesitan lectores entusiastas pero piensan que tu obra es inservible, la ignoran, la rechazan, la pasan por encima, emulando un paisaje de fotograma ajado, es hora de despertar del sueño lírico y tenaz.   Dejar el verso para quien lo reclame como una pertenencia ineludible. Lo riegue y lo cultive. Lo lama y lo venere.   Hora de irse a vivir en nuevos subterfugios que oculten nuestro odioso pesimismo. Olvidar las palabras necesarias del m

Canciones, mariposas y enciclopedias

  Canciones, mariposas y enciclopedias                                                                                        A LGM   Cuando digo canción , digo la noche que me perturba siempre que estoy triste de grave realidad.   Habita en soledades contingentes un mundo en que mezquinos y malvados no piensan compartir la provecta canasta de avaricia ni el goce insobornable de sus ensoñaciones.   Los impulsos gregarios de la raza no fingen el descuadre: La existencia confunde melodías y rimas. La nostalgia es un juego desalmado.   Quitarte de mi mente es acercarme al extenuante vicio de pensarte, coquetear con astucia, remar contracorriente y andar buscando el beso trotamundos, que quiera reposar en una cama con nombre de mujer y de perfume.            Se dice que la música acompaña nómades corazones, y sea quizás cierto. Tiene imanes. Me apercibe que no debo mentarte, me saca de contexto hasta volver a sonreír sin culp

Hasta la médula

  Hasta la médula   Las paredes se extinguen como nubes de paso, el aire nos asfixia, la religión se oculta bajo pieles de tigre, el terror es un barco del camino distante y mis manos se esfuman al toque de tus manos. Solo un pinchazo basta para herirnos el alma de antiguas militancias. No hay doctorado que explique nuestra muerte, no hay versos ni canciones cuando el rojo te oprime con suspicaces lágrimas y monta un numerito en rieles extraviados. - ¿Qué hay detrás del infierno?, me preguntas. Yo no sé qué decirte. Tus ojos son de fuego, me mata tu mirada, me hundes entre las llamas hasta iluminarme de oscuridades en el triste escenario que la marginación provee y torna a los héroes en faquires y títeres. Los amores maduran con votos de pobreza. Cuerpo y carne mi padre me escolta hacia la sombra. La imagen me estremece y la noche prosigue con destino al banquillo de un litigio perfecto de sentencia fallida.              

Dios está en todas partes, pero hay que ayudarlo

  Dios está en todas partes, pero hay que ayudarlo   No soy la única víctima de perversos mercenarios. Tampoco fui la primera. Juro que voy a conseguir Justicia a la criolla, como se hace con la mafia: A pura guapeza. Sin tribunales ni cartas documento. Voy a molestar a sus familias, a sus vecinos, a los Jueces de las Cortes, al guanaco de la esquina, al periodismo encubridor, a los gatos que andan maullando detrás de mi ventana, al ejército completo del Subcomandante Marcos, del Gauchito Gil y de difuntas Correas, fabricados oportunamente para beneplácito de tiranos absolutistas, usurpadores de la tierra de los pobres, por los sabios del protocolo, con objeto de calmar la ira de los pueblos brindando una falsa esperanza, vestida toscamente como santo de fajina. Me enfrentaré a jugadores de pelota y millonarios, -cruz y raya- a toreros del ruedo y a argentinitos cómplices que andan pululando por el país y el mundo, con cara de yonof

Vallejiana

    Vallejiana   Un ciego que ha perdido el autobús se queja del calor en pleno invierno de su traje azul furioso; incandescente se reúne con sordos contra una fidelísima posada secular y no acierta el camino del pájaro espasmódico.   Si lo ves preguntarse hacia qué punto se dirigen las ratas de la ciencia, paupérrima de ideas florecientes, te olvidas de su nombre y el amor no está aquí para converger su fisura vacante de estadísticas.   Quizá, si desnudara la condición de fuerza virgen de su serpiente interna y perfumada con huellas subvertidas en el vino su angustiosa materia, su hedionda tentativa de visión inconsolable sería un individuo hecho de carne y mirada eficaz. Y de tanto feliz significado fuera tal vez, un hombre. Tal vez, santo.   ¿Dónde irá a parar el orden de la cifra que apenas contemplamos? ¿En qué recinto gris de lo salvaje radica la ganancia su promesa? ¿Habrá un turbio disturbio en el secreto? O es

El arte existe porque hay otros

  El arte existe porque hay otros   ¿De qué color son tus estrellas? Todo está escrito, todo está dicho. ¡El arte existe porque hay otros!   Nos gusta revolear los márgenes y encontramos goce en escribir verdaderos adefesios experimentales. Somos provocadores natos.   Movilizar los corazones. Demandar a los demonios. Pronunciar las palabras que paladean la locura, la histeria, la metástasis, es la fuerza del espíritu diabólico dominado.   La vida es demasiado corta para guardar silencio.